martes, 14 de julio de 2009

Del pasado efímero - El día que la "15" viró en redondo

Es una metáfora, por supuesto. A pesar de que en estos tiempos están de moda las imágenes náuticas - estilo Titanic o Queen Mary - para darle un poco de sabor a la desabrida política, la “15” no era un barco y si viró - o cambió de orientación - no lo hizo en un día, aunque sí lo hizo en redondo, pues las nuevas posturas la alejaron considerablemente de sus ideas fundacionales. En rigor, podemos hablar que esto ocurrió porque cambió el timonel. En la agrupación más importante del Partido Colorado, desde los años ’40, la muerte, en 1964, se llevó a su creador Luis Batlle y en pocos meses, en 1965, quedó substanciado el tema de la sucesión. Con cierto aire patrimonialista, se hizo cargo del bajel, valga el continuar con la náutica, el hijo del fallecido líder, el Dr.Jorge Batlle.

Centrándonos en el aspecto económico-social, temas que nos duelen a todos, podemos afirmar que la política económica instrumentada y llevada adelante desde 1947 a 1958 con la orientación de la Lista 15 y de Luis Batlle -verdadero estadista- se propuso y logró un fuerte desarrollo industrial. Por los instrumentos que utilizó consiguió, relativamente, reducir la presencia del capital extranjero dentro del Uruguay. Fue, en síntesis, un política a la vez reformista y progresiva; insuficiente pero positiva, para grandes mayorías.

La elección de 1958, significó una derrota de ese proyecto. Se abrió un nuevo período con el triunfo de una alianza conservadora constituida por el Partido Nacional y el Ruralismo que comenzó el desmontaje de los instrumentos de participación estatal en la sociedad uruguaya. A partir de allí, el escenario es ,lamentablemente, muy conocido por todos: injerencia del FMI, las Cartas de Intención, las devaluaciones, la inflación rampante, desocupación, emigración... Toda una forma de tratar la crisis en beneficio de los sectores empresariales internos y especialmente externos. (reducción del salario real, redistribución regresiva del producto nacional, facilidades al capital financiero, presión para reducir la participación del Estado, primeros escarceos a favor de las privatizaciones, etc.)

Y la 15 ¿qué hizo, con una situación que se confrontaba radicalmente con su programa originario? La 15 viró, cambió el discurso. Es decir, su jefe, el Dr. Jorge Batlle asistido por algunos escuderos, en esa época, inquebrantables en su lealtad, como el joven Dr. Julio M. Sanguinetti.

Lo primero fue controlar la sucesión. A partir de la muerte de Luis Batlle Berres, se perfilaron dos grandes vertientes en pugna. Una encabezada por Jorge Batlle Ibáñez, hijo del líder fallecido, acompañado por Alberto Abdala. Este sector manejaba la radio “Ariel” y el diario “Acción” que le daba una neta superioridad operativa sobre sus rivales. Además estaba el apellido. “Yo tengo el apellido, el diario y la radio y eso nadie me lo puede quitar” dijo Jorge. La otra fracción era dirigida por Manuel Flores Mora (“Maneco”) y Amílcar Vasconcellos, contaba con importantes apoyos populares en Montevideo y el interior.

Temas como el de las elecciones internas dentro del Partido Colorado en noviembre de 1965 y la reforma constitucional, substanciada en 1966, fueron jalones en la lucha política interna de la Lista 15, que terminó con el afianzamiento de Jorge Batlle y el alejamiento de todos aquellos que no aceptaban su liderazgo. Sabrosas anécdotas de duelos a sable se esparcen a través de estos años. (Duelistas reiterados, por ejemplo, “Maneco” Flores Mora, versus Jorge Batlle y/o Julio M. Sanguinetti). El Partido Colorado quedó fragmentado de este modo en la 15, la Unión Colorada y Batllista de Gestido y la lista 99 de Michelini, además del grupo de los ex-quincistas: entre ellos la convivencia era todo menos fácil y agradable...

Consolidado como figura de primer nivel dentro del Partido Colorado y la lista 15, Jorge Batlle comenzó a manifestar posiciones novedosas, que lo alejaban del anterior discurso familiar.
Triunfante el Partido , pero derrotado por primera vez en sus aspiraciones presidenciales, Jorge Batlle pasó a apoyar con un fuerte respaldo parlamentario, al Presidente Gestido hasta su muerte y luego a su oscuro sucesor, Jorge Pacheco Areco. En febrero de 1968, Jorge Batlle hizo uso de la cadena para dar a conocer su programa de apoyo al gobierno, ya muy zarandeado en un inicio borrascoso.
En ese discurso, dejó sentado su coloradismo con la afirmación de un apoyo incondicional al gobierno, en un momento en que “no es ...una hora de planteos políticos y menos para planteos sectoriales.” “No nos interesa otra cosa que los problemas y sus soluciones y que se elijan los hombres aptos que sean y tengan el partido político que tengan...”
Más adelante afirmaba: “Han quedado definitivamente atrás en el mundo entero...ideas económicas que fueron buenas, que fueron necesarias y que fueron convenientes hace veinte años en la época de la postguerra, y que nosotros mismos aplicamos, que contribuimos aplicar y que hicieron bien en su momento al país. Han quedado aquí y en el resto del mundo, definitivamente atrás... Es necesario a nuestro juicio que el país se quite de una vez el encaje antiguo que no lo deja caminar y advierta que no puede seguir parcelado en corporaciones ni con tabúes ni con dogmas económicos que no le permiten ver el horizonte completo de su porvenir.”

El encaje nuevo, que le permitiría al país ver más allá del horizonte, en síntesis, era el “nuevo” dogma del neo-liberalismo. Jorge Batlle fue un auténtico adelantado. Cuando la escuela de Chicago y otros doctores del neo-liberalismo , no eran conocidos por el gran público; cuando aún no habían surgido los equipos de choque del señor Reagan y la señora Thatcher, Jorge predicaba ya...contra el Estado gigante que había que achicar, contra el proteccionismo, por la apertura total del comercio exterior, por los capitales extranjeros, por reformar la enseñanza para adecuarla a los “nuevos tiempos” y al mercado laboral....Debe reconocérsele el mérito de la constancia y la valentía de hablar claramente sobre temas que a otros le daban escozores...sobre todo a la hora de las “votaciones”.

Durante el gobierno de Pacheco, Jorge Batlle fue punta de lanza de los cambios económicos en esa dirección. No se le ocultaba que para el país iba a ser un drama. El , alegremente con ese estilo chispeante que no lo abandona, hablaba de la necesidad del “cimbronazo”... Y vaya si los hubo. Y vaya cuáles fueron los resultados...

Por allí hubo episodios confusos y poco heroicos. Porque una cosa son los principios y otra el día a día de la política y las relaciones. A fines de abril de 1968, el 29 más precisamente, se produjo una devaluación que llevó la cotización del peso de $ 200 a $ 250 por dólar. 25% de devaluación. Los que estuvieron en el “mojo” quedaron parados por un rato. Durante la semana anterior se había percibido un intenso ajetreo a nivel financiero: los “operadores” compraban moneda extranjera muy por encima de los precios normales. ¿Quién le sopló el dato al diario BP Color como para que este publicara el 28 de abril de 1968, que al día siguiente se devaluaría? Jugada maestra, pues si el gobierno no devaluaba, la presión contra el peso sería insoportable y de resultados absolutamente inciertos. Comienza la danza de nombres presuntamente implicados, Enrique Iglesias, presidente del Banco Central, Francisco Forteza, José L. Guntín, Jorge Batlle...Trascendidos afirman que habría sido en una reunión de estas personalidades que se habría decidido devaluar, en contra de la opinión de Pacheco y su ministro de Hacienda, Charlone. El 30, el Senado discute el caso y se pide una investigación al ministerio de Hacienda.
El Senado también investiga: en junio, su informe considera que “es de toda evidencia la infidencia.”
Quien no aparece es el infidente. El clima de la época era denso, problemas no faltaban : congelación de precios y salarios, medidas de seguridad, acciones de la guerrilla urbana, conflictividad exasperada, represión... Una sombra planea sobre Jorge Batlle. El asunto pasará a la justicia. Después de un largo periplo, la justicia decidió “archivar las actuaciones”. Nunca se sabrá que ocurrió.

Con el tiempo, la vida política conoció instancias más dramáticas. Para la 15 el período que va de 1968 a 1973 fue una instancia de demostrar un realismo político desprejuiciado. Poseedora de un aparato partidario eficaz, liderado por Jorge Batlle, sustentando posiciones coherentes y con habilidad para manejarse en el poder, la 15 influyó ampliamente durante los gobiernos de Pacheco y su continuador Bordaberry, a manos de quien perdió - 1971 - por segunda vez la Presidencia en el duelo interno del coloradismo. Consolidó una imagen de movimiento político interesado en impulsar transformaciones en múltiples ámbitos del quehacer nacional. Durante el gobierno de Bordaberry, el apoyo que le brindó la 15 fue fundamental en áreas como la de la imposición del orden interno, conducción económica y política educacional (Ministro de Educación: Dr. Julio M. Sanguinetti). Resultaba evidente para muchos la fuerte orientación conservadora que teñía al Partido, incluyendo a la 15.

No obstante, en el entreverado ambiente del año 1972, con el telón de fondo de la derrota militar de los Tupamaros y el curioso fenómeno que se creó dentro del Batallón Florida ( militares y tupamaros analizando temas como la corrupción y los ilícitos económicos) se produjo la caída en desgracia del Dr. Jorge Batlle. Este reaccionó enérgicamente con un discurso por radio y televisión en que se defendía de las acusaciones, denunciando las circunstancias en que se generaba el ataque contra su persona. Los comandantes de las FFAA más los grales. Alvarez y Cristi impusieron a Bordaberry el pase a la justicia militar del discurso de Batlle. Su domicilio fue allanado. Las Fuerzas Conjuntas emitieron un comunicado en que se requería su captura. El 28 de octubre fue detenido bajo el cargo de violar el Código Penal Militar y la Ley de Seguridad. ¡Cosas veredeis, Sancho! El Dr.Batlle fue procesado por lo que después serán, durante años, palabras comunes en los informativos de la noche: ataque a la fuerza moral de las fuerzas armadas. La crisis política fue inmediata, pues renunciaron los ministros quincistas. Caravanas relámpago de correligionarios exigieron su libertad. Lo que no obstará para que usando la cadena el diputado Julio M. Sanguinetti, quincista de toda la vida, defienda el proyecto de ley de enseñanza. Hacia el 20 de noviembre las aguas parecen encauzarse para el Dr. Batlle que fue dejado en “libertad provisional”...y para que Sanguinetti volviese al Ministerio de Educación y Cultura.

El suceso había sido realmente fuerte. Cuando se llegue al drama del 27 de junio de 1973, la divisoria de aguas encontrará a la Lista 15 y a su conductor, condenando el golpe de estado y la dictadura. Etapa negra en la vida del país , que cada uno, el Dr. Batlle y los demás ciudadanos, vivirá con sus dramas, cargando la cruz que le tocó en suerte.

Una travesía del desierto que terminó a fines de 1984, cuando al barajar y dar de nuevo, renació el político profesional, consolidado en su nuevo mensaje a tono con los tiempos ideológicos que emanaban del norte, pugnando por sus ideales, de cuya concreción la Providencia tenga a bien exonerarnos de sus lacerantes efectos. Y allí sigue, incansable luchador, jugándose la última (?) parada...


Bibliografía de referencia.
“La caída de la democracia” Carlos Demasi y otros
“EL viraje de la 15” Gonzalo Pereira
“El fin del Uruguay Liberal” Nahum,Frega,Maronna,Trochon
“Los años duros” Machado - Fagúndez
“La democracia atacada” Zubillaga - Pérez

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